Hoy ha llegado a mi buzón un artículo de MCkinsey Company en el que habla de algunas lecciones del mundo militar en tiempos de crisis que se pueden aplicar a las empresas y sus líderes.
Salvando las distancias, el Covid-19 realmente no sea una guerra, es cierto que muchas empresas están luchando por sobrevivir, tomando decisiones de vida o muerte de forma rápida y con la presión de no tener toda la información para asegurar el acierto. De ahí que el símil entre la situación y lo que proponen en el artículo me haya parecido muy interesante. Os dejo un resúmen:
1- NO OLVIDES QUE SOMOS HUMANOS. El ánimo del equipo, la cohesión, la estabilidad mental y familiar de cada uno afecta a su desempeño de forma habitual, imagina hasta qué punto lo hará en una situación de estrés donde su puesto esta en juego. Colaborar en su situación personal para que encuentre su “rutina” de nuevo ayuda a reducir el estrés y mejorar sus resultados.
2-PLANIFICA, PLANIFICA UN POCO MÁS Y DESPUÉS BUSCA SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS. En la estrategia militar saben que una vez lleguen al campo de batalla, no habrá tiempo para pensar, así que lo hacen antes testando las posibles soluciones a cada problema. Como decía EISENHOWER, “Los planes no suelen salir bien, pero planificar es indispensable”. Si además cuentas en la planificación con personas de todos los departamentos implicados, mejoraras la integración de las respuestas y el ratio en caso de error. Tendrás un equipo perfecto integrado por 2 tipos de personas: los que generan diferentes escenarios( visionarios) y los que conocen el funcionamiento de cada etapa y generan un plan ( operarios).
3-MISSION COMMAND. En contra de lo que parece, en la milicia el que tiene la responsabilidad última de la decisión siempre está en el campo de batalla(“boots on the ground”). ¿Por qué? Para resolver posibles cambios en las reglas del juego y valorar alternativas posibles. Esto requiere estructuras flexibles, un objetivo claro y bien definido y por supuesto confianza. Como líder no puedes estar presente en cada toma de decisión, y por ello debes cuestionarte si confías en las habilidades y capacidades de las personas de tu equipo. ¿Te preocupas para que tu equipo tenga la formación necesaria a la hora de tomar las decisiones apropiadas?
En la milicia los comandantes dejan muy claro quién es el responsable de tomar la decisión y en qué supuesto. También describen sus intenciones( objetivos) y las métricas de éxito de la misión, para que quede claro cuál es el propósito de la acción (así se aseguran de de que las personas trabajando en otras prioridades sepan cuando se requiere de su esfuerzo la importancia de ésta) y sepan en qué momento pueden dar por cerrada la misión.
4- COMUNICACIÓN BREVE Y CON UNA FUENTE ÚNICA. En la milicia no hay tiempo para evaluar la información de forma individual cuando todos están corriendo, literalmente. En el entorno actual hay más información de la habitual, que llega a través de diferentes canales y además no toda verídica. Un líder tiene que asegurarse de:
-Lanzar mensajes sencillos,(cortos, con los puntos principales al inicio y con directrices claras) y repetirlo eventualmente como refuerzo.
-Establecer una fuente única y fiable de información ( cuadro de mando)
5-CORRE PERO CON CUIDADO. Los responsables militares son el centro de recepción de la información. Decidir antes de tiempo puede suponer unas pérdidas irrecuperables, así que tomarse unos minutos para pensar en posibles consecuencias y discutirlas con sus subordinados es imporante. Ésto es lo que les ayuda a tomar mejores decisiones. Un buen líder se preocupa de mantener siempre la situación de alerta con respecto a su equipo. Aún así, una decisión difícil no dejará de serlo por estar mejor informado, ni dejarás de equivocarte, pero tener un plan siempre reduce la cantidad de sorpresas pro el camino.
6-NO ESPERES NI EXIJAS LA PERFECCIÓN. Tener un plan bueno es mejor que no tenerlo, aunque no sea perfecto. En la guerra, el enemigo siempre explota los tiempos de indecisión del contrario, así que es importante tomarte un tiempo para decidir, pero no buscar la decisión perfecta o te quedarás inmóvil.
Todos queremos tener el equipo perfecto, los mejores expertos y un montón de tiempo para poder hacer las cosas mejor, pero quizá, el mejor aprendizaje es saber que eso nunca va a pasar, que del cambio constante y la evolución son inherentes al entorno y a las personas.
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